Depresión posparto

Baby Blues es una condición muy común. Según la Asociación Estadounidense del Embarazo, el 80% de las nuevas madres tienen Baby Blues. Las causas comunes suelen ser los cambios hormonales y la falta de sueño o descanso.

Es muy normal que una mujer embarazada tenga sentimientos de tristeza y/o ansiedad antes y después del parto y pueden durar unas dos semanas. Si persiste, debe consultar a su médico.

Estas son algunas de las señales:

  • Llorar sin razón aparente.
  • Si te sientes extraño – no ser tú mismo
  • Tristeza, Irritabilidad e Impaciencia
  • Ansiedad
  • Baja concentración
  • Cambio de humor
  • Agitación


Un buen apoyo familiar/comunitario y un profesional posparto, como una doula posparto, un entrenador de sueño o un especialista en atención del recién nacido, pueden ser de gran ayuda. También tener otras personas en tu vida, como una niñera, ayudante de madre, empleada doméstica, vecina o simplemente una amiga. Es importante que una nueva mamá sepa que no está sola en su nuevo viaje. Ya sea el primer hijo o el segundo, realmente no importa. La fase postnatal requiere cuidados.


Depresión posparto (DPP):

El embarazo te cambia física y emocionalmente. Las emociones van desde la emoción y la alegría hasta el miedo y la inseguridad, provocando ansiedad muy rápidamente. Estas sensaciones son impulsadas por la adrenalina, que es enemiga de la oxitocina, la hormona del amor, y juega un papel muy importante durante el parto y la lactancia.



Según la Asociación Estadounidense del Embarazo, 1 de cada 8 madres sufre de depresión posparto. Puede ser causado por varios factores, tales como:

  • Desequilibrio químico durante los cambios hormonales
  • Historia previa de depresión
  • Trastorno bipolar
  • Relaciones abusivas
  • Abuso de alcohol o drogas
  • Preocupaciones financieras
  • Falta de apoyo familiar/social
  • Agotamiento posparto


Estos son algunos de los signos de DPP:

  • Tristeza persistente, ansiedad, cambios de humor e irritabilidad
  • Baja energía o letargo
  • Dificultad para vincularse con su bebé.
  • Poco o ningún interés en pasatiempos o actividades que solía disfrutar
  • Bajo deseo sexual
  • Pensamientos de lastimarse a sí mismo o a otros, incluido su propio bebé.


Si experimenta alguno de estos síntomas, hable con alguien en quien confíe y busque un profesional de la salud.

Cuando hablamos de Depresión Posparto durante el puerperio, es importante recalcar que previamente la mujer se queda con el bebé, lo da en adopción o ha sufrido la pérdida del bebé por muerte; todos deben tener acceso a los recursos en caso de que su PPD continúe.

La PPD se puede curar, pero cuando pasa desapercibida y no se trata, puede volverse grave. Esta condición requiere un profesional de la salud para tratarla. Aquí hay algunos recursos comunes para abordar DPP:

  • Médico de Atención Primaria: Previene, diagnostica y trata enfermedades
  • Obstetra-ginecólogo: Se enfoca en la salud reproductiva de la mujer y el parto
  • Psicólogo clínico: Trata los trastornos mentales, principalmente con el habla
  • Psiquiatra: Trata los trastornos mentales con medicación
  • Enfoque holístico: comprobación de los niveles de vitaminas y minerales a través de análisis de sangre para introducir una dieta saludable para nutrir el cuerpo de la madre.


No se sienta avergonzado si sufre de PPD, es común y debe tratarse.